Los orígenes del aire acondicionado
A quien se le considera como el inventor del aire acondicionado es Willis Carrier (1876-1950). Nacido en Nueva York, trabajaba en una imprenta donde la condiciones ambientales, en cuanto a temperatura, humedad y calor, no eran las idóneas para la impresión del papel. La dimensión del mismo se alteraba con los cambios de temperatura y de humedad. De esta forma no se podía imprimir con la mayor precisión posible. Por ello, investigó cómo podía solventar el problema.
Estos aparatos se aplicaron primero al entorno industrial.
Las bases del aire acondicionado
En 1902 Carrier sentó las bases de este novedoso sistema de refrigeración. Pero entonces se encontró con unos serios problemas de excesiva humidificación del aire enfriado. Aunque, gracias a este error, estableció el término de refrigeración de verano.
El lugar donde se utilizó este sistema por primera vez fue en las industrias textiles sureñas de Estados Unidos. Su instalación en estas fábricas tenía su explicación. Debido a la falta de humedad, se creaba una excesiva cantidad excesiva de electricidad estática en el ambiente que convertía los tejidos de algodón en pelusas. Pero, con la instalación del sistema refrigerante inventado por Carrier, se consiguió estabilizar los niveles de humedad y así eliminar las pelusas de los tejidos.
Debido al éxito conseguido con la climatización de Carrier, una gran cantidad de industrias tanto nacionales como internacionales solicitaron este sistema para sus espacios de trabajo.
La compañía de Carrier
En 1915, Willis con otros seis compañeros, crean una nueva compañía llamada “La Compañía de Ingeniería de Carrier”.
Su objetivo principal era asegurar al cliente un completo control de la temperatura y de la humedad de su entorno a través de la evolución tecnológica y servicio al cliente.
Uno de los mayores logros de la compañía fue “la Enfriadora Centrífuga”. La instaló en los grandes almacenes Hudson, de Detroit. Concretamente tres enfriadoras que se encargaban de reducir la temperatura del sótano y, así, posteriormente, la del resto de la tienda.
El éxito que obtuvo esta invención de Carrier fue tal, que su utilización se extendió rápidamente a otros muchos espacios.
La prueba final
Este momento llegó en 1925, cuando a la empresa de Carrier se le encargó la instalación de sus sistemas de refrigeración en el cine Rivoli de Nueva York. La película que se proyectaba aquella noche no se recordó, pero si se recordó la maravillosa sensación que experimentaron los asistentes al cine aquella noche. A raíz de este éxito, la instalación de aires acondicionados en los cines se fue extendiendo rápidamente. Se podría, incluso, llegar a decir que los americanos experimentaron, por primera vez, la sensación del aire acondicionado en los cines.
El aire acondicionado ha ayudado al hombre a sobrevivir.
Sin la capacidad de controlar el medio ambiente en el que vivimos, con el plus del calentamiento global, el ser humano no habría podido sobrevivir en algunos lugares de la Tierra. Ciudades desde el Ecuador hasta Arabia Saudí no existirían hoy en día sin este invento de Carrier.